Cuando me proponen hacer una sesión con perros, me entra una ilusión tremenda. Me encantan estas sesiones. Jamás pienso cómo van a comportarse los chuchis. Doy por hecho que las sesiones saldrán bien y, por supuesto, pasaremos un buen rato.

Conozco a Nuria y a David desde hace unos años, pero no conocía a sus perras. Así que el mismo día de la sesión, tendría los honores.

Durante el trayecto en el coche, no se las oía, parecían tranquilas, pero una vez pisaron tierra… ¡¡no había quien las parara!! En ese preciso instante donde las veo corretear sin parar, es cuando realmente me paro a pensar en qué me he metido.

Las sesiones con mascotas son complicadas y si se le añade que los dueños no quieren salir en las fotos, pues lo único que funciona es tener mucha paciencia, dejar que corran, olfateen, vayan a su ritmo, y poco a poco las fotos van saliendo.

Las cuatro pasamos un buen rato y es que, si Nuria es un amor de mujer, Neska y Belka no podían ser menos. Son adorables.

Belka, la golden retriever, tiene 8 años, y Neska, la lobo herreño tiene 4. Belka llegó a casa de Nuria y David desde que era pequeña, una bolita de pelos. Por ese entonces estaba Laika que, aunque en un principio no le gustó mucho la llegada de una nueva compañera, la crió como si fuera su hija. Y cuando Laika les dejó, apareció Neska.

Belka es muy tranquila, bastante cabezota y antisocial con otros perros, solamente se lleva bien con Neska, lo de juntarse con otros perros no es lo suyo.

Neska es jovial, rabisquilla, ladronzuela, un poco dominante, pero un amor.

Ambas tienen caracteres distintos pero tienen una simbiosis que hace que todo el que las conozca se enamore de ellas.

 

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